Nadar con lobos marinos y otras maneras de conocer Puerto Madryn

Micaela es Licenciada en Turismo y Hotelería y tiene un emprendimiento de accesorios de viajes, @viajarconestiloar, que surgió por su deseo de viajar de forma organizada y cómoda. En su Instagram también van a encontrar reseñas y tips para recorrer diferentes destinos del país y del mundo.

Además de emprendedora, Micaela es una apasionada del turismo. Entre sus destinos en Europa, Estados Unidos y Japón, colecciona también experiencias en Argentina: el norte y sus provincias, Misiones, Entre Ríos, San Luis, Córdoba, Chubut, Mendoza. Con todos estos lugares en su historial, el que elige como preferido es Puerto Madryn y te contamos por qué.

He ido en tres oportunidades y siempre digo lo mismo: Puerto Madryn y Península Valdés son mágicos. No por nada eligen sus costas tantos animales como la ballena franca austral y los pingüinos de Magallanes para poder reproducirse: esta zona tiene un magnetismo único que te hace querer volver una y otra vez.

Sus locales, su gastronomía, la gran variedad de actividades que ofrecen para todos los gustos y tener muy cerca ciudades como Gaiman, Rawson y Trelew conforman una visita súper completa y atractiva.

Tanto Puerto Madryn como Península Valdés son accesibles, resaltan las actividades de avistaje de ballenas con embarcaciones adaptadas y la posibilidad de que todos podamos hacer snorkel con lobos marinos. Además, ambos son destinos sustentables, la naturaleza es el principal anfitrión. Todas las visitas a la fauna se realizan de una manera controlada y sin perjudicar el hábitat natural de las especies.

Se encuentra en la provincia de Chubut y se puede llegar en avión al Aeropuerto El Tehuelche (que es el que se encuentra en la ciudad) o al Aeropuerto Almirante Marcos A. Zar (en la ciudad de Trelew, a 60 km. de Puerto Madryn). Es común que el segundo reciba más tráfico que el primero, ya que es más grande. En auto, se accede desde Buenos Aires (1300 km. de distancia), por ejemplo, por la Ruta Nacional N°205 hasta Cañuelas y luego la ruta N°3 que parte desde Bahía Blanca.

Desde Puerto Madryn parten excursiones de forma diaria a Península de Valdés, Patrimonio de la Humanidad, lugar donde es posible avistar ballenas, lobos marinos, elefantes marinos, pingüinos en las estancias y mucho más.

Las actividades son aptas para todo público. Puede convertirse en el viaje más romántico al ver el atardecer en el muelle de Puerto Madryn, con las ballenas como banda sonora o un viaje con amigos para disfrutar de las playas en el verano y jugar con las crías de lobos marinos en Punta Loma, o también puede ser un viaje con niños/as en el que aprendan la importancia del respeto y cuidado hacia la naturaleza.

Con respecto a la comida, las especialidades de esta región tienen que ver con su actividad marítima: pescado y frutos de mar. Sobre la costanera hay muchísimos restaurantes con vistas al Golfo Nuevo que en temporada de ballenas (de mayo a diciembre) se pueden avistar desde tu mesa. Luego, el asado y cordero patagónico son otros de los platos más solicitados, sobre todo en las estancias que se encuentran en Península de Valdés como, por ejemplo, Estancia San Lorenzo, la que además tiene una pingüinera que se puede visitar desde septiembre a abril.

Por último, como les comenté anteriormente, estamos muy cerquita de Gaiman y no participar de la ceremonia del té y probar la torta galesa ¡sería un pecado!

Disfruté de todas las excursiones que tuve la oportunidad de hacer: avistar a las ballenas y, sobre todo, escucharlas, fue una de las experiencias que más paz y tranquilidad me transmitieron en la vida. Esta excursión parte de Puerto Pirámides en la Península de Valdés y, si tenés suerte, (yo la tuve) vas a ver a la ballena muy de cerca y con la cola en alto. Digo si tenés suerte, porque la embarcación no se acerca a la ballena, sino al revés, para no molestarla y dejar que disfrute de su hábitat.

También fui a la pingüinera de la Estancia San Lorenzo en mi siguiente viaje (recordemos que ballenas y pingüinos solo conviven juntos de septiembre a diciembre en esta zona, luego cada uno tiene su temporada) y me divertí muchísimo al observar esta especie, su forma de caminar y salir del agua (salen en el punto exacto para poder caminar derecho hacia su nido).

Por último, hice snorkel con lobos marinos y fue una experiencia mágica. Primero vas en una embarcación desde Puerto Madryn hacia Punta Loma y te lanzás al agua con tu chaleco salvavidas, siempre acompañado/a de guías y personal autorizado. Cuando sumergís tu cabeza en el agua podés ver a los lobos (las crías y las hembras) nadando muy cerquita tuyo y ¡te miran directo a los ojos! Luego de un rato de inspeccionarte, cuando se dan cuenta de que no los vas a molestar, se acercan a jugar y parecen cachorros de perros o gatos: saltan y les gusta que los acaricies. Sin duda, es algo que repetiría mil veces más.

No les recomiendo llevar paraguas. Llovió cuando viajé con mis amigas a esta ciudad, algo que casi nunca sucede en esta región pero justo nos pasó a nosotras, y cometimos el error de abrir el paraguas para intentar evitar mojarnos. La situación culminó con el paraguas arrasado por el fuerte viento. Sí es importante llevar botas abrigadas, pero cómodas, sobre todo si hace frío, y empacar una o varias camperas impermeables.

La última recomendación es, si tienen GoPro u otra cámara con protección para el agua, no se la olviden en la excursión del snorkel con lobos marinos porque sin dudas van a poder sacar unas fotos imperdibles e inolvidables.