Tierra del Fuego lanzó su oferta turística para la temporada de invierno y anticipa la llegada de miles de visitantes. La provincia sureña tiene una importante cantidad de opciones para disfrutar, no solo por su naturaleza, sino por las actividades que se pueden practicar, como excursiones en catamarán, trekking, deportes acuáticos, entre tantas otras. La oferta es amplísima y está trabajada de manera coordinada entre los operadores turísticos privados y el Instituto Fueguino de Turismo (InFueTur).
Viaje en catamarán
Desde Ushuaia parten catamaranes con excursiones hacia el Faro del Fin del Mundo, en pleno Canal de Beagle, muy bien organizadas por la empresa Tolkeyen y con guías especializados que hacen una descripción de todo lo que se observa desde la embarcación, así como el contexto histórico correspondiente.
Senderismo en tierra fueguina
Si el visitante elige el senderismo o el trekking, el Parque Nacional Tierra del Fuego o una recorrida por los bosques y lagos que se ocultan en el interior de la provincia, especialmente en Tolhuin, son ideales.
Como en el caso de los catamaranes, Kaiken es uno de los prestadores con mayor especialización en recorridos no tradicionales, en su mayoría de día completo, con excursiones y paseos por lugares poco conocidos o visitados. Uno de esos mágicos lugares es Lago Escondido, el tercero más grande de la Argentina, ubicado a mitad de camino entre Ushuaia y Tolhuin y rodeado de la belleza de la cordillera de los Andes.
Manto blanco
Para los amantes del esquí, el Cerro Castor es el sitio ideal, aunque también hay otras localizaciones ubicadas estratégicamente en el interior fuegino para la práctica de ese deporte.
Tren al fin del mundo
Por su parte, el Tren del Fin del Mundo es un paseo imposible de soslayar, cuya historia está ligada directamente la existencia y desarrollo de Tierra del Fuego. A lo largo del trayecto (que puede o no incluir el acceso al Parque Nacional), una guía ira explicando cada uno de los detalles que dieron origen al tren.
Así irá contando cómo su expansión y ampliación fue contribuyendo a la configuración de Ushuaia como pueblo y luego ciudad capital, por su estrecho vínculo con la construcción del penal, a partir de 1901, para reclusos de mediana y alta peligrosidad.